viernes, 29 de enero de 2016

Reflexiones sobre la Industria Musical a propósito de Tracalá

A propósito de lo que estamos generando junto a un grupo de grandes músicos y gestores culturales con #Tracalá, me vino a la cabeza una entrevista para Ballantines Records que me hiciera el Luis Cruz, periodista, escritor y editor de Libros de Mentira hace unos meses.

Aquí unos fragmentos de lo que, al menos yo, pienso sobre la industria musical. Temas que se tratarán de alguna u otra manera en el Parque de imaginarios musicales que este sábado 30 y domingo 31 se llevará a cabo en la Fundación Centro Cultural Lo Prado desde las 12 a las 21 horas:


Editaste tu trabajo por La Polla en tu Oreja (sello que se creó para lanzar tu disco, entiendo) y luego por Remolino Discos. ¿Por qué has decidido funcionar de esta manera y no buscar apoyo de, digamos, sellos más “tradicionales”?

"Los sellos tradicionales tienen dirigida su mirada a valorizar todo en pesos y a patentar todo. Cada colaboración o participación. En ese sentido, no hay mucha diferencia entre Monsanto y estos emprendimientos. No son mediadores que facilitan acceso a la música o el conocimiento, sino todo lo contrario, son patentadores, vendedores."

¿Cómo ves el trabajo de los sellos de música independiente en nuestro país?

"De partida, la palabra independiente ya me causa resquemor. Hasta la UDI es Unión Demócrata “Independiente”(...) El mercado musical tradicional no ha desaparecido, ha mutado hacia otra cara nada más, porque sigue siendo capitalista, porque sigue sobreexplotando el concepto de libertad. Y porque sigue entrampado en la lógica de la productividad y en la competencia. Somos aparentemente libres porque ahora tenemos miles de ventanas sin restricción para opinar y mostrar lo que hacemos. El punto no es la libertad de opinar o hacer o mostrar todo, sino qué opinamos, qué hacemos y por qué. No hay pausa, no hay reflexión, hay un engullirse todo de una, sin filtro, y vomitar sin respiro. Hay un constante regresar a la inmediatez. A presionarnos al éxito, porque si no somos malos y fracasados. Y de independiente no hay casi nada. Mientras la regla siga siendo “competir” no habrá modelo que merezca llamarse independiente."

Algo que me parece llamativo es que tu disco suele circular en las ferias de libros independientes. ¿Qué te parecen los actuales espacios de difusión y de venta? ¿El MP3 mató esa forma de producir y vender discos como salchichas?

"Antes los discos se vendían como salchichas, pero con tanto intermediario, era poco lo que le llegaba al artista. Los espacios han mutado. Hay más formas de difundir, pero los músicos siguen sin ganar nada. En parte porque la efectividad está amarrada a la inversión de plata que hagas para estar más expuesto en las diversas plataformas que sobreabundan. Y ahí juegan un rol importante las nuevas empresas. Y si no hay inversión de plata, hay que hacer una de tiempo, tienes que esperar a que alguna de las estrategias que usas se viralice, y para eso hay que jugar con cómo piensa la mayoría de la gente. La misma pega que hacían los equipos de una empresa la tienes que hacer tú todita o la empresa que hay detrás jugar a que es el artista el que lo hace. El sistema te incita a ser publicista, community manager, vendedor de ti mismo. Nada ha muerto, solo ha mutado hacia otras formas de hacer lo mismo. El capitalismo se las ha arreglado para adaptarse y mostrarte el camino hacia la sobreexplotación personal. Y el culpable del fracaso no será nadie más que tú. Ya no hay grandes industrias decimos, ya todo es más directo, sin tanto intermediario. Todo sigue igual pero con otra ropa, pymenizado. Es como si a la gran industria le hayan lanzado una bomba y se hubiese fragmentado en mil pedacitos que la siguen representando, las empresas con nombre propio. Ahora el negocio es invisible. Pues puedes escuchar toda la música que quieras, pero hay empresas grandes que siguen existiendo y que cobran, ya sea por la visita a la página o por la reproducción. El músico sigue en el mismo papel de siempre. Tiene un dueño de su trabajo que no ve, salvo cuando se mire al espejo. Somos libres decimos. Estamos más atrapados y engañados que nunca digo yo."


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