Era febrero de 2012, y volviendo de un viaje por el norte de Chile junto a La Moscardón Bang, e instalados de vuelta en la ciudad de Cochabamba, nos hicimos parte de un ciclo de conciertos denominado ZON[A]ndo, integrado por amigos gestores y músicos. Teníamos como lógica realizar conciertos de calidad, pero en base a la autosostenibilidad de los mismos recurriendo a una lógica mancomunada y colaborativa de trabajo. En efecto, eran conciertos de muy alta producción, pero en los que tanto miembros estables como bandas participantes trabajaban de manera horizontal para el éxito de los mismos.